En esta publicación os mostramos el pequeño paseo, accesible a personas
con movilidad reducida, que hicimos por la bella Plasencia. Ciudad Noble, Leal
y Benéfica fundada en el año 1186 por el rey Alfonso VIII de
Castilla como la Jerusalen de su
reino, y que la ennobleció e imprimió en su plateado escudo UT PLACEAT DEO ET HOMINIBUS (Para el placer
de Dios y de los hombres), de ahí viene el
nombre de Plasencia. Pero no fue por iniciativa propia, sino por deseo expreso de su esposa, Leonor de Plantagenet, hermana del Rey Ricardo Corazón de León, que quedó prendada del meandro del Río
Jerte. Tanto es así que la reina pasaba largas temporadas en la ciudad y aquí
dio a luz a la infanta Mafalda de Castilla.
Plasencia presenta la originalidad de ofrecer dos Catedrales solapadas arquitectónicamente y diferenciadas en el tiempo y en el estilo: la catedral antigua y la catedral nueva. La ANTIGUA O DE “SANTA MARÍA” de transición del románico al gótico, fue construida entre los siglos XIII y XIV con arquitectos como Juan Francés, destacando en la misma su sala capitular.
En la misma Plaza de la Catedral, observamos también unos cuantos edificios de interés, como el PALACIO EPISCOPAL, edificio fue construido inicialmente en el siglo XV, siendo obispo Gutierre Álvarez de Toledo, quien también había sido el promotor de la Catedral Nueva. En su evolución histórica, destacan las reformas renacentistas de los obispos del siglo XVI, Pedro Ponce de León y Gutierre de Vargas Carvajal, cuyo escudo destaca sobre la portada principal.
Frente al edificio vemos el monumento al célebre Manuel García Matos, catedrático, musicólogo, investigador y folclorista local. Con dieciocho años fundó los Coros Extremeños y comenzó una ardua labor de recopilación literario-musical de canciones y se centró en el estudio de instrumentos y danzas. Primeramente realizó esta labor en Extremadura, para con el tiempo proseguirla por toda España, llegando a recoger más de 10000 documentos musicales.
Otro edificio destacado en los alrededores de las Catedrales es la CASA DEL DEAN, una casa-palacio que data del siglo XVII. Debe su nombre al hecho de que en ella vivieron algunos de los deanes de la cercana catedral y al arcediano de Trujillo, Alfonso Fernández de Medina que vivió en ella en el siglo XV. Es de sillería y su portada está adintelada con columnas toscanas. Destaca un gran balcón en ángulo neoclásico-corintio, coronado por el monumental escudo de Antonio Paniagua de Loaisa, uno de los apellidos más antiguos de la ciudad, que adquirieron gran importancia a partir de la empresa de Indias. La balaustrada y las rejas de dicho balcón son ejemplos de la rejería española de su época.
Unido a esta y aunque parecen un mismo edificio, en realidad son dos diferentes que se unieron a principios del siglo XX, vemos la CASA DEL DOCTOR O ARCEDIANO DE TRUJILLO, edificio coetáneo al anterior.
El nombre se lo debería al arcediano de Trujillo, Alfonso
Fernández de Medina que vivió en ella en el siglo XV. Se distribuye en tres
alturas. La planta baja tendría originalmente pequeños respiraderos,
convertidos en amplios ventanales en sucesivas rehabilitaciones, y una amplia
puerta de acceso formada por un arco carpanel de grandes dovelas. La planta
principal, donde se abre una sucesión de ventanas carpaneles, es el resultado
de una moderna reconstrucción historicista, aunque originalmente estas ventanas
sería originalmente un conjunto de huecos menos armónicos y más desiguales. La
última planta tiene una galería o solana con seis arcos escarzanos.
Un poco más abajo, en la calle Blanca nº 8, nos topamos un azulejo conmemorativo recordando la estancia de Joaquín Sorolla en 1917, mientras pintaba el cuadro 'Extremadura, El mercado'.
Seguimos el paseo por la calle Trujillo, donde veremos la parte trasera del Palacio Carvajal Girón y la CASA DE MARMOL, casa que fue del senador De Silva y Monge.
No muy lejos se encuentra el CENTRO CULTURAL LAS CLARAS, antiguo convento fundado en 1475 por deseo testamentario de Sevilla López de Carvajal, primera mujer del Bachiller Alonso Ruíz de Camargo. Pero diversas dificultades testamentarias supusieron que se retrasara en el tiempo y fuera su marido el Bachiller Alonso Ruíz quien tomara los deseos de su mujer y los llevara a cabo. En 1484 la comunidad estaba constituida y su abadesa confirmada por el Papa Inocencio VIII. Su advocación original fue la Santa Ana y estuvo ocupado por religiosas de Santa Clara de la orden de San Francisco. Significativa es la puerta de acceso a la iglesia (oficina de turismo) por la calle de las Claras, con un arco de medio punto peraltado, arquivoltas y decoración exterior de arco conopial, enmarcado por un alfiz y en su interior la heráldica de los fundadores.
Frente a él, aparece el CONVENTO DE LA
ENCARNACIÓN · DOMINICAS, que fuera la
casa solariega del Arcediano de Medellín, Gabriel Pizarro (1573). El Santo
Oficio de la Inquisición había estado interesado en instalar el tribunal en este
lugar, pero los hermanos Pedro y Martín de la Mota (1579) compraron la casa
para convertirla en cenobio de monjas de la Orden de Santo Domingo (1585). El
Convento se extiende a ambas partes de la calle Encarnación, unidas por
pasadizos volados que conforman un hermoso rincón, donde las monjas de clausura
consiguen mantener su escueta comunidad con la venta de dulces artesanales que
se venden mediante torno. Destacan los mantecados y los bombones artesanales.
Nos acercamos ahora a la Plaza Mayor, núcleo neurálgico de la ciudad, en los principios incluso funcionó como Plaza de Toros, como otras muchas plazas de poblaciones de España.
En este sentido, aparece en las Cántigas de Alfonso X El Sabio el ‘Milagro del Toro de Plasencia’, en el que un escribano que salía de su casa en la plaza no se dió cuenta que se celebraba una corrida de toros y la Virgen intercedió para que no le ocurriera nada.
Foto de la Wikipedia |
La PLAZA MAYOR, es una plaza porticada situada en el corazón del casco antiguo, presidida por el edificio del AYUNTAMIENTO, que data del siglo XVI y ha sido restaurado varias veces a lo largo de los años, es un estilo de transición del gótico al renacimiento, con el escudo de Carlos I de España en su esquina.
Una de sus torres, conocida por todos como Piacenza, actúa como la torre del reloj. En ella, el abuelo de Mayorga, que hace sonar las campanas cada media hora.
En la plaza, todas las calles principales conectan el casco histórico con
las diferentes murallas exteriores que dan acceso al centro. Además, es el
lugar en el que cada martes del año se celebra el mercado franco que Alfonso VIII instauró en los fueros de la ciudad, y el
núcleo de su vida social con conciertos, exposiciones, actuaciones, y sobre
todo con el recorrido de sus establecimientos de hostelería donde se desarrolla
el cañeo y el intercambio social.
La lluvia, que nos acompañó en casi todo nuestro paseo, sigue sin darnos tregua, pero no renunciamos a seguir conociendo esta bella ciudad, así que ahora salimos de la plaza por la calle San Ildefonso, que toma el nombre de uno de los conventos de monjas de referencia en la ciudad y una muestra del declive de la vida monástica en España. El CONVENTO DE SAN ILDEFONSO fue donado en testamento a principios del siglo XV por Miguel Sánchez Yanguas, arcediano de la catedral.
Comenzó como un 'beaterio' y en 1417 pasó a ser monasterio de
franciscanas descalzas. El lugar alcanzaba su máximo auge con la protección de
varios mecenas, entre ellos el noble local Cristóbal
Villalba y su mujer Estefanía
de Trejo, que se encuentra enterrado dentro con una hermosa escultura orante.
Foto de la página: https://plasenciaturismo.es/casa-carvajal |
Nos dirigimos ahora a la Plaza de Ansano, para contemplar otro de los edificios señoriales de Plasencia.
Es la CASA DE
LOS CARVAJAL GIRÓN, también conocida
como Palacio de Ansano. Fue levantada como una de las casas grandes del
mayorazgo de la familia Carvajal. Comienza su construcción en el siglo XVI y
estuvo habitado hasta bien entrado el siglo XX. Es un edificio que cuenta con
elementos góticos y renacentistas. Destaca su fachada almohadillada a semejanza
del renacimiento italiano, donde puede admirarse la portada en arco de medio
punto, con grandes dovelas que llegan hasta el suelo, el escudo de Carvajal en
grandes dimensiones, encuadrado en un alfiz, y un balcón de esquina en arco
apuntado. Se construyó sobre el solar de la última sinagoga, a
continuación del espacio que en su día ocupó la judería placentina, una vez fue
desocupada de su ubicación original en el entorno del Palacio del Marquesado de
Mirabel.
Tras unos pocos años abandonado, fue adquirido para ser uno de los
principales hoteles de la ciudad, por lo que se puede acceder a su claustro a
disfrutar de un café o un refrigerio. En el jardín, destaca la higuera cuya
edad se calcula entre 300 y 400 años de antigüedad, es un claro ejemplo de los
espacios verdes interiores que pueden encontrarse hoy en estas edificaciones de
la Ciudad Monumental de Plasencia.
Foto de la página: https://plasenciaturismo.es/casa-carvajal |
Proseguimos por la Calle Zapatería, a la que se abren pequeños recovecos.
Enseguida llegamos a la Plaza de San Nicolás, uno de los rincones más
bellos de la ciudad, presidida por la iglesia del mismo nombre construida en el
siglo XIII. La parroquia de SAN NICOLÁS DE BARI
tiene elementos románicos muy importantes, como las dos portadas; el campanario
y una preciosa pila bautismal románica en su interior. El Fuero de la ciudad
fijaba la portada norte como lugar para resolver los pleitos y juicios entre
judíos, árabes y cristianos.
Frente a ella se alza el PALACIO DEL MARQUESADO DE MIRABEL, edificio de carácter civil más importante de la ciudad, que fue el cuartel general y casa mater de la Casa de los Zúñiga. Fue construido en el siglo XV como edificio fortificado por el recién nombrado por los Reyes Católicos como Duques de Plasencia, Don Álvaro de Zúñiga que estaba casado en segundas nupcias con Doña Isabel de Pimentel, hija del conde de Mayorga. A esta familia se les deben numerosas obras cívicas y culturales siendo mecenas de Cervantes, Nebrija… En la parte posterior de la edificación se abre un balcón de estilo plateresco muy destacado, único en la ciudad.
Se encuentra anexado a la IGLESIA Y CONVENTO DE SAN
VICENTE FERRER (actual PARADOR NACIONAL),
mediante un jardín colgante, abierto a la plaza de San Nicolás y decorado con
columnas y esculturas romanas procedentes de Cáparra y MÉRIDA
(enlace a nuestra publicación). Cuenta la leyenda que Leonor de
Pimentel, duquesa de Plasencia y de Béjar (1437 – 1486), donó parte de su
Palacio a los Dominicos porque San Vicente Ferrer sanó a su hijo. Si bien, los
testimonios posteriores dicen lo contrario.
La iglesia de grandes proporciones, es el segundo templo más grande tras la propia Catedral, lo que nos muestra la riqueza y poderío que tuvieron los dominicos en la ciudad. Además se encuentra sobre el terreno sacro de los judíos en la ciudad, ya que se encontraron restos de religión judía cuando se realizaron las obras de adecuación del Parador, fortaleciendo la tesis de que en ese espacio estaba la primera de las sinagogas de Plasencia. En su interior destaca su órgano, su retablo y sobre todo la exposición permanente de los pasos de la Semana Santa de Plasencia, siendo el templo de donde salen las mayoría de las procesiones de la ciudad y donde se guardan sus pasos monumentales. Su visita se puede realizar todo el año, salvo algunos días de noviembre y enero donde cierra para poder crear un monumental nacimiento de cerca de 200 metros cuadrados.
Construido en el siglo XV y reformado casi por completo en el siglo XVI, varios son los elementos arquitectónicos propios de este convento, hoy convertido en Parador, que lo dotan de una gran belleza y notable singularidad.
Cabe destacar por su espectacularidad el claustro del convento de estilo isabelino, con restos de artesonado mudéjar, con esgrafiados y pinturas murales.
También es notable la sala capitular del convento, que se halla cubierta por una bóveda de crucería estrellada de ocho puntas.
O el refectorio, cubierto de azulejos talaveranos, artesonado y con respaldos de banco corrido. Y la antigua bodega del convento, que fue construida en el siglo XV.
La parte más conocida del edificio es su fachada, reformada en el siglo XIX con vanos neogóticos; sin embargo, esta fachada conserva la portada original gótica con los altorrelieves de dos leones, que simbolizan que la casa no estaba sujeta a otra jurisdicción que la propia.
Por último, abandonamos esta hermosa ciudad por una de las puertas que tiene la muralla que rodea todo el casco antiguo, la PUERTA DE TRUJILLO, conocida como Cañón de la Salud. Esta entrada a la ciudad monumental de Plasencia es bastante curiosa y muy reconocible por la bóveda que forman los arcos de medio punto. La tradición local afirma que esta puerta existe desde la misma época de la fundación de la ciudad, pues se dice que en 1196 el rey Alfonso VIII de Castilla accedió a la localidad a través de este punto para expulsar a los almohades, por lo cual en el siglo XIII se instaló sobre esta puerta, mirando hacia intramuros, una hornacina dedicada a la Virgen María que conmemoraba la reconquista definitiva de la ciudad de aquel año.
¡Nos ha quedado tanto por ver y todo por visitar, que esperamos tener la oportunidad de volver muy pronto!
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA EN LOS
ENLACES COMPARTIDOS Y EN LOS SIGUIENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Plasencia
https://lavozdeplasencia.blogspot.com/2018/10/edificios-jacobeos-hospital-de-santa.html
http://nuestramusica.unex.es/nuestra_musica/autores/matos.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_del_De%C3%A1n_(Plasencia)
https://plasenciaturismo.es/que-ver/juderia
https://redjuderias.org/plasencia-2/
https://plasenciaturismo.es/informacion/oficina-de-turismo
https://plasenciaturismo.es/plaza-mayor
https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_de_Santo_Domingo_(Plasencia)
https://plasenciaturismo.es/casa-palacio-monroy
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SORPRENDENTES LUGARES DE EXTREMADURA EN EL ENLACE.
Me encantó ver un bonito reportaje de Plasencia. ¿ sabes que vivo muy cerca de Plasencia ? Un beso.
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