REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE

El Santuario comenzó su andadura a finales del siglo XIII, siendo inicialmente una pequeña ermita, pobre y humilde, custodiada en sus primeros años por el sacerdote Pedro García (1330), a la que sustituyó la denominada segunda iglesia a finales del siglo XIV.

Alfonso XI, que gustaba cazar por estas sierras, visitó Guadalupe en el año 1335, contemplando el estado ruinoso de la primitiva ermita, comenzó los trabajos para proceder a su restauración. Se designó al cardenal Pedro Gómez Barroso como custodio, desde 1335 hasta 1341. En este tiempo se fundó en 1337 la Puebla y por orden de Alfonso XI comenzaron a construir el Monasterio (1340) solicitando y obteniendo para este lugar la creación de un priorato secular y lo declaró de su real patronato. El priorato secular, dotado con el señorío civil del prior sobre la Puebla, estuvo dirigido por cuatro priores entre los años 1341 y 1389, finalizando este con la entrega del santuario a la Orden de San Jerónimo, que se mantuvieron en este lugar cuatro siglos, hasta que la desamortización de 1835 puso fin a este periplo, pasando a ser parroquia secular de la archidiócesis de Toledo, que regentaban sacerdotes diocesano hasta la llegada de la Orden Franciscana en 1908, que es quien rige desde entonces y hasta la actualidad el Monasterio y Santuario.


Como distinciones destacables, la concesión del distintivo “Real” por concesión de Alfonso XI en 1340, “Pontificio” por concesión de Pío XII en 1955, “Monumento Nacional” en 1879 y “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1993. Además la imagen de Santa María de Guadalupe ostenta el título de “Reina de las Españas o de la Hispanidad” otorgado por Alfonso XIII en 1928 y Patrona de Extremadura” en 1907.Tiene este enclave una historia de Fe y Cultura de más de siete siglos.

El Monasterio de Guadalupe es y fue un monumento de notable importancia: Fue el principal Monasterio de la Orden Jerónima, un exponente excepcional de la arquitectura por su diversidad y variedad de estilos; destacan el Templo, Claustro Mudéjar y templete, este último único en el mundo, vinculado a la historia media y moderna de España por su relación con los reyes Católicos, protagonismo de excepción con la evangelización y conquista de América, centro de cultural de primer nivel, centro de investigación y enseñanza (escuela de medicina, botica, scriptorium…), talleres de diversa índole (bordados, orfebrería, miniados), biblioteca con un fondo extenso y rico, centro de peregrinación y hospedería.

La existencia de este Monasterio y Santuario está estrechamente ligada al origen de la imagen de Santa María de Guadalupe, y por tanto es esta el motivo de su construcción y de su expansión por todo el mundo. Algunos códices antiguos sitúan el origen de la imagen de la Virgen de Guadalupe en el siglo I del cristianismo y a su autor al mismísimo San Lucas, aunque la imagen que hoy se venera en este lugar es una talla románica, en cedro, del siglo XII.

Cuenta la leyenda que muerto San Lucas, la imagen fue enterrada junto a él y trasladada junto a sus restos desde Acaya (Asía Menor) hasta Constantinopla en el siglo IV. De allí el cardenal Gregorio la llevó a Roma (582), siendo elegido Papa en el año 590 con el nombre de Gregorio Magno. Se convierte en el principal devoto de la imagen y el primer artífice de la expansión de la misma en Roma. La imagen se trasladó desde Roma a Sevilla, pues el papa se la regaló al arzobispo de la ciudad hispalense, San Leandro, en cuya iglesia principal comenzó a venerarse hasta el comienzo de la invasión árabe (711).

Hacia el año 714 huyendo de esta invasión unos clérigos que escapaban de Sevilla la llevaron consigo junto a algunas reliquias de santos, escondiéndolos en los márgenes del río Guadalupe, cerca de la falda sur de la sierra de Altamira, donde fue hallada por un pastor llamado Gil Cordero.

Andaba el pastor varios días buscando una vaca extraviada hasta dar con ella y hallarla muerta. Al tratar de aprovechar la piel y hacerle en el pecho la señal de la cruz el animal se levantó y en ese momento se le apareció la Virgen que le habló, acomendándole la tarea de excavar en aquel mismo lugar para encontrar su imagen y posteriormente edificar una ermita que se convertiría en Monasterio y Santuario.

Posee muchos paralelismos estéticos con la ermita del Humilladero, situada en el acceso de Guadalupe desde el norte, llegando desde Navalmoral de la Mata. Esto, y el hecho de haberse construido ambas en la misma época, nos sugieren que las dos obras obedecieron a la misma inspiración estética.

MONASTERIO DE GUADALUPE, UNA VISITA INOLVIDABLE.

El santuario y monasterio de Guadalupe, ha sido por méritos propios uno de los destinos preferidos de un buen número de peregrinos, viajeros, visitantes, turistas e ilustres personajes de la historia de España desde el siglo XIV y hasta la actualidad. La riqueza artística que encierran estos muros, unidos a la devoción y el fervor popular por la imagen de la Virgen, ha cautivado en todos los tiempos a personas de reconocimiento público, político, religioso, artístico y de otra índole, lo que sin duda ha contribuido a engrandecer este enclave monacal en todo el universo. La certificación de estas visitas, viajes o peregrinaciones, llega a nuestros días a través de los numerosos documentos, publicaciones, crónicas y otros testimonios escritos, realizados por los propios protagonistas o en los documentos monacales que los monjes han custodiado a través de los siglos.

Algunos de los más relevantes fueron desde que se fundase la Puebla y monasterio, Alfonso XI, la práctica totalidad de los reyes de Castilla tenían por tradición acudir a este lugar, la cual también se extendió a la casa de Austria y se perdió, entre los siglos XVIII y XIX con la llegada de los Borbones, siendo recuperada la misma por Alfonso XIII.

Comienzan las peregrinaciones reales a este santuario con Alfonso XI, quien tras la batalla del Salado viene a Guadalupe el 25 de diciembre de 1340 para dar gracias a la Virgen.

Juan II de Castillapadre de Isabel la Católica, sus restos descansan en la CARTUJA DE MIRAFLORES, BURGOS (enlace a nuestra publicación),...


...hace lo propio en el año 1430, acompañado de su privado Álvaro de Luna finado en la CATEDRAL DE TOLEDO (enlace a nuestra publicación)


...y de Juan II de Aragón y I de Navarra, su cadáver junto al de su esposa, reposan en el  MONASTERIO DE POBLET, TARRAGONA,... (enlace a nuestra publicación)


 ...padre de Fernando El Católico y suegro de Enrique IV grandes devotos de la imagen de Las Villuercas. En 1464 Enrique IV, su hermana Isabel y Alfonso V de Portugal se encontraron en el Monasterio, para intentar casar a la futura reina, Doña Isabel, que entonces contaba con 13 años y posiblemente fue la primera vez que se encontró en este lugar. Los restos de Enrique IV (muerto en 1474) y de su madre, la reina Doña María de Aragón reposan entre estos muros, indicativo del apego real con este santuario.

La mayor vinculación real, por el número de veces que vinieron hasta Guadalupe y por su apego, fue precisamente la de los Reyes CatólicosDon Fernando y Doña Isabel. Esta última incluso ordenó que su testamento se custodiase por los monjes, como así fue. En la actualidad se pueden descubrir en el PALACIO REAL TESTAMENTARIO DE MEDINA DEL CAMPO (enlace a nuestra publicación). 

Su mausoleo y el de sus descendientes, están en GRANADA(enlace a nuestra publicación),en su Catedral, hasta que con su biznieto Felipe II, se construye el Panteón Real en el Monasterio del Escorial.


Aquí en Guadalupe, también se sentaron las órdenes que Cristóbal Colón requería para emprender el viaje hacia la conquista de América. Como fecha importante, la presencia de esta y su esposo, don Fernando, el 20 de junio de 1492 para firmar las cartas a los alcaldes de Palos y Moguer para secundar a Colón en el aprovisionamiento y preparación de sus carabelas para el viaje.

Los restos de Cristóbal Colon se cree que descansan en SEVILLA,(enlace a nuestra publicación) al menos una parte, en la Catedral .



El emperador Carlos V  pasó también por Guadalupe la semana Santa de 1525, acompañado de su hermana, la reina de Francia y Portugal, e Infanta de Castilla, doña Leonor,  y otros altos personajes de la Corte Imperial.

Felipe II, estuvo en Guadalupe por primera vez el 18 de enero de 1570, cuando iba camino de Córdoba y acompañado por sus sobrinos hijos de su hermana,  María de Austria.

El rey de Portugal, don Sebastián y su tío Felipe II, también se encontraron en Guadalupe en las navidades de 1576. Felipe III  hizo lo propio en cuatro ocasiones (1605, 1618 y doblemente en 1619) y  Felipe IV  y su hijo natural, Juan José de Austria, también contemplaron las maravillas artísticas de este lugar.

Los borbones Felipe V, Luis I, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, Fernando VI, Isabel II y Alfonso XII no consta que peregrinasen hasta este Santuario. Sin embargo, si lo hizo Alfonso XIII que estuvo por primera vez en Guadalupe en diciembre de 1926 siendo el primer Borbón en visitar el monasterio. También fue, junto con el Cardenal Segura, el encargado de coronar a la Virgen de Guadalupe como reina de la Hispanidad, el 12 de octubre de 1928.

Después de este, su nieto don Juan Carlos I, ha visitado varias veces Guadalupe: Como príncipe en 1961 y 1965; como rey en 1977, con la reina Doña Sofía de Grecia, en 1978, con su esposa y sus hijos, el príncipe don Felipe y las Infantas Elena y Cristina, en 1990. El 19 de junio de 1992, doña Sofía regresó para presidir la Conferencia de Ministros Iberoamericanos de Educación, visita que también hizo en solitario en el año 2003. En el año 1994 son los Reyes de Bélgica, don Alberto II y su esposa doña Paola hacen lo propio acompañando a los monarcas. Los príncipes de Asturias, y actuales Reyes, Felipe VI y Leticia Ortiz, también estuvieron en diciembre de 2004.

Miguel de Cervantes, tras su liberación del cautiverio de Argel quiso acercarse a este santo lugar para ofrecer a la Virgen las cadenas del cautiverio. Lo hizo en el año 1580, época en la que la basílica contaba con un espacio reservado para los grilletes de liberados.


Cronistas y viajeros como el Barón de Romithal, cuñado del rey de Bohemia, o el médico alemán Jerónimo Münzer  pasaron por este monasterio. Entre los cronistas, se destacan los relatos de los viajes del portugués Gaspar Barreiros, que estuvo en el santuario en 1536, o las crónicas del historiador sevillano Pedro de Medina (1549), junto a las referencias a este lugar en el Viaje de España de Antonio Ponz, o las del valenciano Bartolomé de Villalba y Estaña, que en 1577 escribió el libro Los veinte libros del peregrino curioso. Otros como el francés A. Jouvín, el agregado de la embajada francesa Laborde, el famoso Pascual Madoz para recabar datos para su diccionario y Víctor Balaguer que en su libro Los frailes y sus conventos da cuenta de este cenobio.

Miguel de Unamuno llega a Guadalupe en junio de 1908, publicando tres años más tarde los recuerdos del viaje en su libro Por Tierras de España y Portugal.

También hay documentación que acredita que también estuvieron en Guadalupe Iñigo López de Mendoza, (Marqués de Santillana), Luis de GóngoraFélix Lope de Vega CarpioVicente Barrantes MorenoAntonio Reyes HuertasRafael Alberti, José María Pemán y muchos otros.

El almirante Cristóbal Colón estuvo muy ligado a los Reyes Católicos y por ello, tuvo presencia en Guadalupe en cuatro ocasiones con motivo de su empresa de la conquista de América: El 21 de abril de 1486; los días 5 y 6 de abril de 1486; en 1493 tras su logro del primer viaje, y en 1496 tras su segundo viaje trayendo consigo dos indios, Cristóbal (Colón) y Pedro (Madruga), un guiño a la teoría del origen gallego de Colón,... (enlace a nuestra publicación) 


...que fueron bautizados en la pila que hoy se encuentra en la fuente de la plaza de Santa María.

Hernán Cortes, también pasó por Guadalupe en 1528, dando gracias a la Virgen por salvarle la vida ante la picadura de un alacrán, tal y como nos relata Bernal Díaz del Castillo.

No faltaron almas consagradas a la santidad como Vicente Ferrer que peregrinó a este monasterio a finales del siglo XIV. Los hermanos portugueses, San Amadeo de Saboya Santa Beatriz de Silva, y los tres juanes: San Juan de ÁvilaSan Juan de Dios San Juan de Ribera, pasaron por este santuario allá por el siglo XV. También Santa Teresa de Jesús peregrinó al santuario en 1548 para encomendar su reforma del Carmelo a la Morenita de Las Villuercas. En el mismo siglo, San Francisco de Borja (1554) y San Pedro de Alcántara. Ya en 1867, San Antonio María Claret estuvo dos días en Guadalupe.

No podemos dejar este capítulo sin mencionar a uno de los últimos peregrinos ilustres a este santuario que fue el Papa Juan Pablo II, que llegó a Guadalupe el día 4 de noviembre de 1982.

LOS PILARES DEL TIEMPO.

MONASTERIO DE SANTA MARIA DE GUADALUPE

 El Santuario se distribuye en:

• La Mayordomía o portería
• Templo Basílica (siglos XIV-XV)
• Claustro mudéjar siglo XIV
• Claustro gótico siglo XVI y Hospedería
• Templo de la Santísima Trinidad siglo XVIII (desde 1978 dedicado a Auditórium)
• Museo de Bordados
• Museo de Libros y Cantorales miniados
• Museo de escultura y pintura


El monasterio adopta una planta irregular, siendo la iglesia-basílica el centro neurálgico del santuario. Al norte se sitúan los dos claustros mayores y alrededor de estos las distintas dependencias monacales. Todo el monasterio está construido principalmente en mampostería y ladrillo jalonado por torres almenadas que le dan un aspecto de fortaleza.

La torre de las Campanas y la de San Gregorio, son dos de las más antiguas, levantadas durante el priorato secular. 

A su lado se distingue la edificación del Camarín de la Virgen.

La Torre de Santa Ana del reloj; torre del Chapitel Bonito, torre de la Portería, y torre de las Palomas, son construidas durante el priorato regular Jerónimo.

La fachada de acceso al templo se realiza a través de una portada gótico-mudéjar flanqueada por los  dos torreones almenados, el de la derecha torre de Santa Ana del Reloj y el de la izquierda, torre de la Portería, ambas del siglo XIV, son las dos principales de la fachada sur.

La fachada del siglo XV se articula en cuatro calles cerrada cada una de ellas por un arco apuntado. Las dos calles del extremo izquierdo permiten el acceso a la iglesia a través de dos puertas de arcos abocinados que apoyan en columnas con capiteles de hojarasca, mientras que los dos de la derecha son ventanas góticas decoradas con tracerías y en origen adornadas con vidrieras.


Las calles se separan por cinco pilastras góticas rematadas por pináculos. La parte superior de las cuatro calles se decora con paneles rectangulares con decoración de crestería de reconstrucción reciente. Por encima del conjunto sobresale el rosetón gótico de la nave del transepto oculta por la fachada. 


Los materiales empleados en la construcción del  frontispicio son el ladrillo y el estuco policromado (en la tradición gótico-mudéjar), mientras que las torres de los extremos están realizadas en mampostería.
Los portones de acceso están formados por hojas que cierran las puertas  realizadas en el siglo XV, trabajadas en bronce repujado por Pablo de Colonia con figuras de gran tamaño y escenas alusivas a la vida de la Virgen y del Nuevo Testamento.




En el interior de la iglesia y traspasado el atrio hay un arco abierto que señala la entrada al recinto del templo; esta es la parte más antigua del santuario, y es accesible a personas con movilidad reducida.




A la derecha está la capilla de Santa Ana, construida en estilo gótico durante el s. XV. Hasta 1460 en que fue construido su muro norte; era la fachada de la iglesia primitiva.La preside un retablo renacentista (siglo XVI) con una pintura al óleo de Santa Ana, obra de Pablo de Céspedes, fechada en 1587. Alberga además los sepulcros en alabastro de Alonso de Velasco y su esposa Isabel de Cuadros, esculpidos en 1467 por el flamenco Egas Cueman.

Imagen recogida de:httpswww.guadalupedestino.orgwp-contentuploads202009Capilla-Santa-Ana.jpg

Traspasada la capilla de Santa Ana se accede a la iglesia por la nave de la epístola. 

Conferida por varios escalones que se salvan con un pequeño y moderno ascensor, para las personas en silla de ruedas, puedan disfrutar de esta maravilla.

En el muro de comunicación entre ambos espacios encontramos un azulejo en el lugar donde estuvo el sepulcro del jurista Gregorio López,..


 ...un trozo del arca marmórea donde se encontró la Virgen,  que los fieles palpan como señal de devoción...


...y otro azulejo del epitafio del maestro constructor Ferrán Alfonso, maestro que hizo esta iglesia. El azulejo dice: Hic Jacet Maior, que fizo esta yglesia.


El templo realizado en estilo gótico-mudéjar se levanta sobre la primitiva ermita.
Muchos fueron los nobles que querían ser inhumados en el santuario confirmado por los numerosos azulejos que recuerdan sus finamientos. 


El presbiterio fue realizado entre 1617 y 1618 por Bautista Sesmeria y Bartolomé Abril. El mismo se decora con revestimientos de mármoles con balaustradas, rejas y balcones de corte clásico. A ambos lados del Altar Mayor encontramos los cenotafios del rey Enrique IV de Castilla, el último rey mudéjar, y de su madre María de Aragón. 

Están representados en actitud orante mirando al Altar Mayor.


Los cuerpos momificados del rey y su madre se encuentran en la parte trasera del Retablo Mayor.  
Hace casi ocho décadas y por casualidad, se descubrió una galería detrás del retablo justo dónde se halla el cuadro de la Anunciación de Vicente Carducho. 


Allí se encontraron dos momias y rápidamente se procedió a recuperar los restos. Incluso el ilustre Gregorio Marañón  acudió a la inhumación. Las conclusiones fueron claras, por fin se habían hallado los cuerpos del rey y su madre.

Se ha podido contrastar que Enrique IV, si había podido ser -casi con toda seguridad-, envenenado con arsénico que era el veneno que se utilizaba en ese tiempo, lo que no se ha podido verificar hasta el momento, si este era el padre biológico de Juana la llamada Beltraneja. Con los nuevos adelantos en materia de ADN, esta duda también podrá ser despejada.  

Los arcosolios reales se señalan con los escudos de Castilla y León.

Destaca  este templo como panteón real, pues entre sus muros reposan no solo los restos de Enrique IV y su madre, también  los conocidos como “Reyes de Portugal”, don Dionís, hijo de rey Pedro I de Portugal y la noble gallega Inés de Castro, y su esposa, Juana Enríquez de Castilla, hija natural del rey Enrique de Trastámara; ambos sepulcros son obra de Giraldo de Merlo.

En la actualidad se exponen en la capilla del oratorio de Santa Paula.

Don Dionís
Doña Juana Enríquez de Castilla
Imagenes recogida del libro. El arte en España. Guadalupe

Existen un retablo mayor y dos laterales. Los laterales están dedicados a San Pedro y  Santiago, atribuidos a Manuel de Larra y Churriguera.


El Retablo mayor del templo es una obra extraordinaria, trazado por Juan Gómez de Mora y ejecutada por Juan Bautista Montenegro, con esculturas de Giraldo de Merlo, Jorge Manuel Theotocópuli (hijo del Greco) y Juan Muñoz. Los lienzos son de Vicente Carducho y Eugenio Cajés, con dorados de Gaspar Cerezo y Gonzalo Marín.

De estilo barroco, principios del siglo XVII, realizado en madera de roble y cedro sobre un zócalo de mármol. Inaugurado en 1.618 en presencia del rey Felipe III, tiene un estilo renacentista con líneas prebarrocas.

Las esculturas del primer cuerpo del retablo están completamente dedicadas a la figura de los evangelistas: San Mateo, San Juan, San Marcos y San Lucas, con sus respectivos símbolos.



Está presidida por la imagen de Santa María de Guadalupe, diseñada por Juan Gómez de Mora y ejecutado por el escultor Giraldo de Merlo que esculpió las esculturas y los altos relieves. 

En el segundo cuerpo aparecen las mártires. Santa Lucia, con la bandeja y los ojos, Santa Catalina con la rueca y la palma del martirio, Santa Inés el cordero como símbolo de su virginidad y Santa Bárbara  con la torre de tres ventanas.




En el tercer cuerpo están los Doctores de La Iglesia: San Jerónimo, San Ambrosio, San Gregorio Magno y San Agustín. 
De los ocho Doctores originales, estos cuatro eran “Padres del Occidente”, proclamados Doctores en el 1298.


En el cuarto cuerpo o superior, aparece Jesús Crucificado, María, su madre, san Juan Evangelista, san Pedro, san Pablo y dos escudos de la Casa de los Austrias.

 El retablo se corona los emblemas marianos formados por un jarrón de azucenas, a su lado aparecen las figuras de la Fe y la representación de la Esperanza.


Está formado por tres cuerpos horizontales, tres calles verticales y ático. Las calles se separan por entrecalles flanqueadas por columnas de fuste estriado de orden corintio.

El sagrario está formado por un mueble-escritorio realizado en 1561 por Juan Giamini en Roma, y que Felipe II regaló al monasterio en 1569. La puerta y la cajonería están realizadas en chapa de bronce, damasquinado en oro y plata. En la parte superior del mueble dos estatuas en bronce de corte renacentista flanquean un escudo.La decoración se completa con columnas de orden corintio a los extremos. En la parte inferior del escritorio se puede leer: Ionnes Glamin fecit in Roma 1561.


En las calles laterales la escultura da paso a la pintura, pues en ellos encontramos diversos lienzos con escenas de la vida de la Virgen y del Nuevo Testamento,
 

salidas en 1618 de la mano de Eugení Cajés (lado de la epístola).







...y Vicente Carducho (lado del evangelio).






Entre los nervios de la bóveda de crucería, pinturas del creador que bendice a los fieles gozosamente rodeado de los ángeles y querubines del coro celestial.

Cierra el Altar Mayor una reja de hierro forjado de estilo gótico renacentista, realizada por los frailes dominicos fray Francisco de Salamanca y fray Juan de Ávila, datada entre 1510 y 1514, hecha con el hierro de los grilletes que traían los cautivos que iban a darle gracias a la virgen de Guadalupe, y que como ofrenda colgaban en el lugar de la actual reja. Una de las cadenas más famosas es la de Miguel de Cervantes de su cautiverio en Argel.







Se decora con escudos de la Virgen y de San Jerónimo y se remata con cresterías caladas.

Traspasada la reja se observan dos pulpitos uno a cada lado del altar con escalinata de forja, cubierto con un bello y adornado portavoz.



Sobre el crucero se levanta un cimborrio ochavado, es decir que sus ocho lados son iguales. Este apoya en trompas en la actualidad tabicadas que le dan aspecto de pechinas.




El interior del crucero se ilumina por ventanas góticas abiertas en los muros del cimborrio. En los extremos de la nave del transepto la luminosidad se realiza a través de grandes rosetones circulares con tracería gótica geométrica. 

Al exterior presenta una veleta que marca su situación.


La iglesia realizada en el siglo XIV fue muy reformada en el siglo XVIII por Manuel Larra Churriguera, en estilo barroco. 

El coro alto de la iglesia se encuentra ubicado en la parte posterior, desde la galería meridional se pasa directamente al orfeón, bajo él se puede observar un cuadro de reciente factura, creado a finales del siglo XX por el pintor onubense Juan Manuel Núñez Báñez, que representa el Bautizo de dos nativos en el Monasterio de Guadalupe. Este cuadro es una referencia al hecho histórico en el que los nativos fueron bautizados y cristianizados con el objetivo de utilizarlos como intérpretes en futuros viajes al Nuevo Mundo. Los nativos fueron llamados Cristóbal y Pedro después de ser bautizados, convirtiéndose así en los primeros indígenas cristianizados en España. 

La pila del sacramento, en la actualidad se exhibe en la fuente que está en la plaza frente a la iglesia.





En el coro encontramos la sillería de dos alturas que adopta la típica forma de "U". Realizado en el siglo XIV en él podemos encontrar la sillería formada por 94 asientos basculantes, tallados en madera de nogal por el escultor Alejandro Carnicero en el siglo XVIII bajo la dirección de Manuel de Larra Churriguera. En el coro bajo, se pueden apreciar bustos de santos, mientras que en el coro alto, los relieves son de cuerpo entero y representan a distintos frailes y santos de la orden jerónima. En total, hay 49 asientos en la parte superior y 45 en la inferior. El conjunto está coronado por una crestería en forma de balaustrada, decorada con florones barrocos.

Destacan un facistol de bronce repujado del siglo XVI, restaurado en el siglo XVIII en estilo barroco, así como un Tenebrario. Sobre la silla presidencial se encuentra la talla de la Virgen del Coro, perteneciente al gótico-flamenco del siglo XV. Es una escultura de madera policromada, con la luna a sus pies y sosteniendo al Niño, quien está representado desnudo.

Imagen recogida de: coro httpsguadalupedestino.orgarquitectura

En el coro, se encuentran cuatro órganos: dos grandes de estilo barroco y dos más pequeños de estilo rococó. El órgano mayor, realizado en el siglo XX por la Casa Walcker de Alemania, y otro más pequeño, reconstruido en 1986 por el organero José Antonio Azpiazu. La caja donde se encuentran los órganos es del siglo XVIII.

El coro de Guadalupe es, casi con certeza, el más antiguo que ha llegado a nosotros de un monasterio jerónimo.


Desde tiempo muy temprano a la fundación del monasterio, los monjes se preocuparon por el mantenimiento de una Capilla de música o "Schola Cantorum" y la Escolanía de niños cantores, hasta el punto que en el siglo XVI se creó en Guadalupe el Colegio de Infantes para que pudieran residir los niños cantores.

La cubierta de la iglesia del gótico tardío, está revestida por  bóvedas de terceletes.




Sus nervios descansan sobre capiteles historiados policromados, a modo de enjarjes.

La Sacristía y la antesacristía tienen fachada al muro principal de monasterio.

El conjunto arquitectónico está formado por la antesacristía, la sacristía y la capilla: Se construyó entre 1636 y 1645 de acuerdo con el proyecto de fray Alonso de Ávila . Se trata de una estancia solemne, espaciosa, armoniosa y decorada en muros, bóvedas y cúpula con en un estilo rotundamente barroco. Es una de las sacristías barrocas más deslumbrante de España.

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La antesacristía ocupa la parte baja de la Torre de Santa Ana, es una dependencia gótica cubierta con bóvedas de arista. Fue reformada en el siglo XVII y en ella se encuentra la pila lavamanos,fue la pila bautismal de 1402 realizada en bronce por Juan Francés, es en realidad la fuente del lavatorio del claustro mudéjar y fue traída a este lugar en 1841 ya que por aquel entonces la capilla realizaba funciones de iglesia parroquial de Guadalupe, pues el monasterio estaba expropiado.

De traza gótica y planta rectangular la antesacristía relicario se cubre con bóveda de crucería y se decora con frescos, espejos y lienzos de diversos autores. 

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Son dignos de destacar los cuadros de Juan Carreño de Miranda, tres lienzos regalados por el cardenal Savo en 1683 y que representan al rey Carlos II, a la reina María Luisa de Orleans , su esposa y al propio cardenal Savo Millini. Hay además un cuadro del martirio de San Lorenzo de Luis Tristán.

A continuación se accede a la sacristía, construida entre 1636 y 1645 siguiendo trazas del carmelita Alonso de San José. Se trata de una gran estancia rectangular con bóveda de cañón dividida en cinco tramos que descansan en pilastras toscanas. La bóveda muestra pinturas murales con escenas de la vida de San Jerónimo

Bóvedas y muros se cubren con pinturas barrocas al temple salidas de la mano de Manuel Ruiz y fray Juan de la Peña. La base de los muros está recorrida por un zócalo de jaspe gris azulado.

Imagen recogida de: httpsblogger.googleusercontent.comimgbR29vZ2xlAVvXsEjjaE0oE_Wjc8DSxeCI-jlDNJjo_MB3fZ_KXvr-CIrQw8DMGTu_B2-K6FDnUKx Sacristia

Los muros se cubren con ocho extraordinarias pinturas por su calidad y tamaño, cinco a la izquierda y tres a la derecha. Están pintadas al óleo por Francisco de Zurbarán. 

Imagen recogida de: httpsblogger.googleusercontent.comimgbR29vZ2xlAVvXsEiJbDw6m3wmk_fM0yaeL6IcFtdzvxqcC0IvaMvUE0TCWVu-y0dXKC3-WNGCyQTGqPcmVWV7U

Tienen una función didáctica, orientada especialmente a los novicios para animarlos a practicar las virtudes que adornan la vida monástica de los jerónimos y que están personificadas en aquellos monjes que destacaron por su obediencia, caridad, recogimiento, castidad, compostura, etcétera. 

Lo más preciado de la sacristía son los ocho lienzos de Francisco Zurbarán realizados entre 1639 y 1645 en Sevilla. 

En el lado derecho 

fray Diego de Orgaz ahuyentando las tentaciones.

Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommons66fFrancisco_de_Zurbar%C3%A1n_022.jpg

Aparición de Jesucristo a fray Andrés de Salmerón

Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommonsthumbee4Francisco_de_Zurbar%C3%A1n_-_Vision_of_Brother_Andr%C3%A9s_Salmer%C3%B3n_-_WG

retrato de fray Gonzalo de Illescas obispo de Córdoba

Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommonsthumbbb6Fray_Gonzalo_de_Illescas%2C
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misa milagrosa de fray Pedro de Cabañuelas,

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Enrique III de Castilla ofreciendo a fray Fernán Yañez el arzobispado de Toledo (a destacar de este lienzo que la cara del rey es el rostro del rey Felipe III, y en segundo plano aparece el rostro de Zurbarán que se autorretrató).

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Y en el lado izquierdo,

Visión de fray Pedro de Salamanca,


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 fray Martin de Vizcaya dando limosna a los pobres

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fray Juan de Carrión despidiéndose de los monjes antes de morir.

Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommons00dZurbar%C3%A1n_-_Delenda%2C_145.png


La iluminación se realiza a través de dos grandes ventanas que ocupan el lugar donde deberían haber ido otros dos lienzos más de Zurbarán.
Es la única serie pictórica conservada completa in situ, en el lugar para el que fueron realizadas.Representan una manifestación de las virtudes monásticas.

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En el testero de la sacristía una puerta formada por un arco de medio punto. Comunica con la Capilla de San Jerónimo, pequeña habitación presidida por un retablo con una imagen penitente de San Jerónimo, obra en terracota del siglo XVI atribuida a Pedro Torrigiano (1472-1528). Decora la estancia tres lienzos referidos al santo titular de la capilla: La apoteosis de San Jerónimo situado en el piso superior del retablo, y en los muros de la capilla: Las tentaciones de San Jerónimo (muro de la derecha) y Los azotes de San Jerónimo, (muro de la izquierda) obras realizadas por Francisco de Zurbarán.
Colgando de la cúpula de esta capilla encontramos el fanal de Lepanto, una lámpara realizada en bronce y latón dorado, que don Juan de Austria (Jeromín), arrebató a los turcos en la famosa batalla y que fue regalada por el rey Felipe II al monasterio en 1577.  En el fanal hay varias señales de impactos de proyectiles que testimonian la dureza de la batalla de Lepanto.

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Junto a la capilla de San Jerónimo, encontramos la capilla de San José hoy dedicada a Capilla Relicario o Capilla del Tesoro. 

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De planta ochavada se cubre con cúpula y fue realizada en el siglo XVI según planos del maestro Nicolás Vergara. Se decora con pinturas barrocas de los siglos XVII y XVIII.
La capilla del tesoro se articula en siete nichos separados entre sí por pilares en cuyo interior se guardan las reliquias. 

Son 34 relicarios en forma de brazos y 17 en forma de busto. También hay que destacar la arqueta de los esmaltes obra gótica de repujado metálico del siglo XV obra de fray Juan de Segovia. La arqueta de los esmaltes es una bella obra realizada en el siglo XV por fray Juan de Segovia, y que está realizada con los restos del primitivo trono de la Virgen que el último prior secular tuvo que desguazar para financiar las campañas militares del rey Juan I de Castilla, enterrado en la Capilla de los Reyes Nuevos de la CATEDRAL DE TOLEDO (enlace a nuestra publicación). La arqueta presenta en su cara frontal doce escenas de la vida de Cristo, seis son de plata dorada trabajados con el sistema del repujado y otros seis con esmaltes miniados.

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Un Lignum Crucis gótico realizado en plata sobredorada donado por el rey Enrique IV.

A destacar diversas coronas de la Virgen, entre ellas la que portaba en el momento de su coronación canónica en 1928 y realizada por Félix Granda, se trata de una obra de filigrana con perlas y piedras preciosas de alto valor.

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Preside la estancia el Altar con el grupo escultórico de San José con el niño obra del granadino Antonio Morales, también autor de distintos relicarios que compone la colección. Las paredes se decoran con pinturas al temple en muros y bóvedas.

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También encontramos de época posterior un lienzo con el retrato de la duquesa de Aveiro Guadalupe Lancaster y Cardenas con sus hijas.

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Y el túmulo de la Duquesa.

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El camarín de la Virgen se encuentra sobre el conocido como panteón real, sala de forma octogonal cuyas altares se encuentran decorados con jaspes. A pesar de su nombre no alberga ninguna tumba. Adscrita al estilo barroco fue diseñada por el madrileño Matías Román y ejecutada por Francisco Rodríguez Romero en 1696. Las paredes de los muros se decoran con pinturas al temple del sevillano Pedro José de Uceda realizadas entre 1736 y 1741 con alegorías marianas.

En los huecos de los cuatro pilares encontramos ocho esculturas (dos por pilar) de las conocidas como "Ocho mujeres fuertes" citadas en el Antiguo Testamento: María la profetisa, Débora, Jael, Sara, Ruth, Abigail, Esther y Judit, esculturas atribuidas al imaginero Pedro Duque Cornejo en 1736.

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En la sala encontramos nueve lienzos con escenas de la vida de la Virgen y pintados por Lucca Giordano, fueron encargo del rey Carlos II y representan a la Inmaculada Concepción, la Natividad de María, la Presentación en el templo, los Desposorios de la Virgen, la Anunciación, la Visitación, la Huida a Egipto, la familia de Nazaret y la Asunción de la Virgen. 

En el lienzo de los desposorios el propio Lucas Jordán se autorretrato en la escena.

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Completa la decoración una lámpara de cristal de roca de Bohemia, regalo de los duques del Infantado al monasterio en 1731.

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Junto a la sala el edículo en comunicación con el Altar Mayor donde se venera la Virgen de Guadalupe sentada en su trono. Al fondo el camarín de la Virgen de Guadalupe. Imagen tallada en madera en el siglo XII según cánones románicos, pertenece al grupo de las conocidas como Vírgenes negras. Tiene una altura de 59 cm. y 4 kilos de peso. Se trata de una imagen sedente con el Niño Jesús sentado en las piernas. Realizada madera de cedro policromada.

En la actualidad la imagen se encuentra vestida con una gran capa triangular ricamente decorada dejando sólo visible la cara de la Virgen. 

La talla original policroma viste túnica de color verde azulado, se cubre con un manto y la cabeza con un velo de color blanco. El vestido se adorna con cuatro flores tretralobuladas, dos en el pecho, otra debajo de la mano derecha y la última en la parte inferior del vestido.

El Niño en actitud de bendecir se encuentra sentado sobre las rodillas de su madre, mide 23 cm. de largo y pesa 200 gramos. La mano derecha del niño es de plata tallada en el siglo XVI en sustitución de la original que se perdió. 

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MONJES DEL MONASTERIO DE GUADALUPE.


Construido en 1953 según diseño de Luis Menéndez Pidal, encontramos diversos escudos de conquistadores y descubridores del Nuevo Mundo, presididos todos ellos por el escudo de España.

El lugar fundacional de la antigua ermita construida en el momento de la aparición de la Virgen, es donde está el oratorio de Santa Paula construido en el siglo XIV. Se sitúa junto a la cabecera de la iglesia. En el retablo que preside la capilla encontramos la imagen de la Santa de Giraldo de Merlo.
Junto a esta,el Altar de Santa Catalina  levantada en el siglo XV. De planta cuadrada, se cubre con bóveda nervada, cúpula y linterna. Preside la capilla dos retablos con las imágenes de las Santas, Catalina virgen y mártir  Santa Paula viuda (rama femenina de los jerónimos)

Imagen recogida de: httpsguadalupedestino.orgarquitectura



En ella se encuentran los enterramientos de los monarcas portugueses Don Dionis y Doña Juana, legítimos sucesores del reino de Portugal. Esta capilla da acceso a la de las reliquias y a la sacristía.
La Capilla de San Gregorio ocupa la planta baja de una de las torres del santuario. 

Imagen recogida de: Capilla-San-Gregoriohttpsguadalupedestino.orgarquitectura

Edificada en estilo gótico en el siglo XV, en ella encontramos el sepulcro de don Juan Serrano, último prior secular que después sería elegido obispo de Sigüenza. 



En el sepulcro encontramos al prior en forma de estatua yacente vestido con ropaje episcopal, obra de Pero Suarez y Ferrán González entre 1403 y 1407.

La entrada al monasterio se realiza por la antigua portería o mayordomía, después de pasar por un amplio atrio descubierto y elevado sobre la plaza cerrado en sus extremos por una balaustrada y precedido por una ancha escalinata de doble tiro.


Este edificio del siglo XV se compone de la portería propiamente dicha,




un pequeño claustro y la antigua sala capitular. 

Esta se decora con pinturas murales al fresco en bóvedas y muros de estilo gótico-mudéjar. La Mayordomía era el lugar donde se atendía a los pobres y necesitados.

El claustro mudéjar o de los Milagros, de finales del s. XIV, en torno al cual se encuentran los dormitorios de los monjes, el refectorio, las bodegas y las distintas dependencias monacales.


De planta cuadrada irregular fue construido entre 1389 y 1405 durante el priorato del padre Yáñez (1389-1412). Formado por dos pisos cuenta con arcos túmidos (arcos de herradura apuntados) que apoyan en pilares de base cuadrada. Una balaustrada cierra el paso al patio central. No hay decoración de ningún tipo ni en capiteles ni en los arcos. Los arcos del piso superior son más pequeños que los del piso inferior.




La planta baja contenía aquellas estancias necesarias para la comunidad de los jerónimos. Una de las más importantes era el refectorio (hoy museo de bordados), donde comían los monjes en estricto silencio solo interrumpido por un lector desde su púlpito.

También se encontraban aquí la ropería (actual museo de pintura y escultura), donde se guardaban los utensilios textiles precisos para los quehaceres de cada día, y la sala capitular, que hasta 1475 ocupaba la capilla de San Martín. En esta última era donde se decidía sobre los asuntos que concernían a la organización del monasterio de Guadalupe.

Además, uno de los lados del claustro albergaba otras cuatro capillas destinadas a la oración privada de los monjes. Y es que, con una comunidad que superaba las 100 personas, a mediados del siglo XV, todo espacio sagrado resultaba insuficiente a la hora de cumplir con la obligación de ofrecer misas diarias a la que estaban sujetos los jerónimos, a través de las cuatro estaciones colocadas en las esquinas del claustro mudéjar concibiendo referencias al Vía Crucis.

Capillas como la de La Crucifixión,  cuya presencia se conoce por los restos conservados en el ángulo sudoeste, al lado de la Capilla de San Martín, de la que solo queda la imagen de María Magdalena. Además, El Descendimiento de Cristo, junto al refectorio, con la Virgen, Juan y una de las Santas Mujeres. En el otro extremo del noreste, El Santo Entierro, de los que se conservan los bultos de medio cuerpo de María, San Juan y la Magdalena. Por último, La Resurrección sobre el sepulcro del Padre Illescas.

En la izquierda de la entrada se halla una portada de estilo plateresco que se abre a la escalera que comunica con la segunda planta, obra de Alonso de Covarrubias.

En la planta superior, alejados de las zonas accesibles a los fieles, se encontraban los dormitorios. Estos se dividían entre habitaciones comunes para los novicios y celdas privadas para el resto de los monjes. 

El prior del monasterio, como no podía ser de otra manera, contaba con su propia residencia privada que no solo servía como lugar de habitación, sino también de espacio de representación de cara al público.

En el ángulo sureste, del claustro destaca el sepulcro de fray Gonzalo de Illescas obra de Anequin Egas realizado entre 1458 y 1460 según trazas fray Juan de Segovia.  Fray Gonzalo de Illescas fue prior del monasterio y obispo de Córdoba, perecido en 1460.  

Sufrago  importantes campañas constructivas en el monasterio, en las cuales mandó colocar grandes escudos con sus armas, y al final de sus días mandó construir una capilla funeraria para que le recodaran en el futuro.


Pero había un problema. A los monjes jerónimos no les estaba permitido enterrarse en las iglesias de sus monasterios, que estaban reservadas a los nobles y reyes.

Sin embargo, el ilustrísimo  Gonzalo de Illescas, consiguió esquivar esta prohibición. El prelado mandó construir su capilla en el claustro, pero junto a la entrada del templo, labrando una suntuosa portada en el lado de la iglesia de Guadalupe que, con sus puertas abiertas, asimilaba su capilla a una más de las construidas en el interior.

Con esta ubicación, además, el obispo conseguía que su mausoleo se construyese en el lugar principal de paso de las procesiones que iban del claustro a la iglesia.

Finalmente, junto a la capilla de Gonzalo de Illescas se encuentra uno de los lugares más antiguos del recinto claustral. Anterior a la llegada de los jerónimos, la hoy conocida como capilla de Santa Cecilia que fue  en su día, la base de un torreón de la antigua fortaleza del santuario.

Así lo confirman, de hecho, dos estrechas ventanas recientemente descubiertas, decoradas con pinturas medievales y que, en origen, darían al exterior.

En el siglo XVIII le fue añadido un retablo barroco, cuya titular es precisamente la patrona de los músicos.



 Sobre el arco de acceso a esta capilla se instaló una placa recordatoria de la presencia del primer rey Borbón que visito el santuario, el 11 de diciembre de 1926.

 

Por último, sobre el sepulcro del Padre Illescas, se encuentra la última de las cuatro estaciones del Vía Crucis, colocadas en las esquinas del claustro mudéjar, el paso de “La Resurrección”.


En definitiva, adentrarse en el claustro del monasterio de Guadalupe es transitar por la memoria de sus antiguos habitantes. Desde los peregrinos y visitantes, que quedaban maravillados por sus formas y sus obras de arte, hasta los monjes, que encontraron en el jardín un necesario lugar de meditación y esparcimiento frente a la vida de la clausura.





Destaca un templete de planta cuadrada al exterior y hexagonal en el interior. De estilo mudéjar levantado en ladrillo y yeso en 1405 por fray Juan de Sevilla y que se sitúa en el centro del claustro.

Un gran arco apuntado en cada una de sus caras inscribe a su vez dos vanos con arcos apuntados separados por una columnilla o parteluz de alabastro. 

Por encima del templete un remate en forma piramidal de tres pisos realizado por moriscos en ladrillo visto y azulejos. Su aspecto es de torre rematada por paños de sebka (decoración romboidal) se encuentra rematado en su cima por un yamur (terminación en forma de varias esferas).




En el interior de este templete existía una fuente en cuya base decía: Fray Juan de Sevilla 1405.Cerca de una de las esquinas del claustro de Guadalupe se guarda una pequeña joya que suele pasar inadvertida.

Se trata de uno de los relojes de sol horizontales más antiguos de España. Datado en 1577, se cree que pudo ser un regalo de Felipe II, gran aficionado a los mecanismos cronográficos. Además, y de forma excepcional, aún conserva su gnomon original (pieza de latón que sirve para marcar con su sombra las horas).

Este reloj serviría más como una curiosidad que como mecanismo efectivo para medir las horas pues, seguramente, el monasterio contaba con otros relojes más precisos. De hecho, al parecer, el reloj del claustro del monasterio de Guadalupe fue diseñado para una latitud más al norte (40º) que la que presenta la localidad de Guadalupe (39º).


En el ángulo noroeste frente a la puerta del refectorio, adosado a la arquería la conocida como Glorieta o Lavatorio

Se trata del lavatorio cubierto por un templete cuadrado y cubierta con bóveda de crucería mientras que el solado es de alicatado mudéjar. 

Es una obra realizada por moriscos toledanos en ladrillo lucido con yesoUn templete, de planta cuadrada y construido a la par del claustro, está pavimentado con fino trabajo de alicatado, en cuyo centro, un canal circular recoge el agua que gotea de la pila de bronce sustentada por una columna de mármol. 

El gran vuelo de la taza permitía alcanzarla con las manos para lavárselas. La inscripción de la taza nos dice que su artífice fue Juan Francés, quien la fundió en 1402, bajo el priorato de fray Fernán Yáñez. El hecho de encontrarse frente al refectorio hace suponer que estuvo al servicio de la comunidad, sin embargo no fue este su propósito, más bien, parece que su función era la de impresionar a visitantes anónimos e ilustres

 

La pila circular de bronce vierte las aguas a una taza también circular a la altura del suelo. Esta pila es un duplicado de la original que hoy cumple funciones de pila bautismal en el interior de la Capilla de Santa Ana.

Sabemos por las crónicas, que sobre ella originalmente se dispuso una de las dos ciervas califales que aparecieron en el siglo XV en las inmediaciones de la ciudad cordobesa de MEDINA AZAHARA (Enlace a nuestra publicación). Desaparecida a principios del siglo XIX del Monasterio de Guadalupe, reapareció en una casa de subastas en 1997 despertando gran revuelo, no en vano se trataba de una de las escasísimas figuras de su tipo conservadas en la actualidad. Finalmente, fue adquirida por el Museo Nacional de Qatar en Doha, donde puede contemplarse hoy día.

Se consideraba uno de los claustros catedralicios más importantes del medievo hispano.

 
Dentro de la Orden de San Jerónimo, el claustro era el lugar de enterramiento por excelencia. El propio cronista jerónimo fray José de Sigüenza señalaba que el monje «ni vivo ni muerto» había de salir del claustro.

Muy probablemente, cientos de monjes serían enterrados en sus diferentes galerías, conformando un gran cementerio monástico. Pero solo una de ellas fue reservada para los jerónimos más ilustres, es decir, los priores del monasterio de Guadalupe. De hecho, aún hoy pueden verse sus humildes tumbas labradas en pizarra y colocadas una tras otra sobre el suelo.

En uno de los ángulos del claustro mudéjar se conserva una lápida sepulcral, perteneciente a Velázquez Dávila Debajo de un grandioso escudo nobiliario se lee así: “Aquí yace Juan Velázquez Dávila Señor de las villas Loriana y Don Llorente, el cual dejando su casa a Don Diego de Messía de Ovando su hijo se recogió en ésta de Nuestra Señora el 1565: donde perseverando en su santo propósito falleció a 5 de diciembre de 1572 años y 71 de su edad”. Es este gran caballero el amigo y protector de Maridíaz, de Santa Teresa, de San Pedro de Alcántara..., que murió a la dulce sombra de la Morenita de las Villuercas, Nuestra Señora de Guadalupe, que, desde aquel santuario entonces famosísimo, era la verdadera reina de la Hispanidad.


De los muros interiores del claustro mudéjar, cuelgan treinta grandes lienzos, realizados a mediados del siglo XVII que representan milagros atribuidos a la Virgen de Guadalupe, de ahí que también se denomine “Claustro de los Milagros”. 
En su mayor parte pertenecen al monje del monasterio fray Juan de Santa María que los pintó en torno a 1620. Son de un barroco tosco por la composición, dibujo y color.









Altera esta serie el lienzo moderno que representa la visita al monasterio de Juan Pablo II, el 4 de noviembre de 1.982, obra de Juan Manuel Núñez.

Una portada plateresca de doble vano formada por arcos peraltados permite uno de ellos el acceso a la portería o mayordomía y el otro, por una artística escalera del siglo XVI permite la subida al coro del templo.



En la parte baja del claustro mudéjar destacan tres habitáculos que actualmente funcionan como museos, cubiertas con alfarje de fines del XIV.



Museo de Bordados Ubicado en la galería oeste del claustro mudéjar, el Museo de Bordados se encuentra en el antiguo refectorio del monasterio del siglo XV. En esta sala se expone una colección de prendas litúrgicas confeccionadas en el taller de bordado del monasterio entre los siglos XV y XIX. En los archivos del monasterio se menciona a fray Gonzalo, un monje fallecido en 1425, como el primer bordador registrado.

Entre las piezas más destacadas se encuentran:

  • Frontal rico bordado por fray Diego de Toledo en el siglo XV.
  • Frontal de Enrique IV con escenas marianas perteneciente a la escuela hispano-flamenca.
  • Frontal de San Jerónimo realizado por fray Francisco de Sigüenza en el siglo XVII.
  • Frontal de la Pasión de fray Diego de Toledo.
  • Casulla de los Reyes Católicos.
  • Casulla del Condestable del siglo XV.
  • Terno conocido como Tanto Monta, en alusión a los Reyes Católicos.

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Museo de Libros y Cantorales Miniados Instalado en una de las salas de la galería norte del claustro mudéjar, este museo ocupa lo que originalmente fue la capilla de San Martín y, en el siglo XV, la Sala Capitular. La colección consta de 107 ejemplares realizados en piel en los talleres de escribanía (scriptorium) del propio monasterio, abarcando un periodo desde el siglo XIV hasta el XIX.

La colección incluye 86 libros de cantorales, entre ellos:

  • Dos Pasionarios del siglo XV iluminados sobre vitelas.
  • Libro de las Horas del Prior iluminado en el siglo XVI.
  • Varios colectarios y diurnales.

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Museo de Escultura y Pintura Este museo se encuentra en la galería este, en una construcción del siglo XV que antiguamente se destinaba a la ropería del monasterio. Entre los lienzos destacados están:
  • La Coronación de Nuestra Señora de El Greco.
  • San Pedro y San Andrés, también de El Greco, procedentes de Talavera la Vieja.

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  • Ocho pequeños lienzos de Zurbarán.
  • Una tabla pintada por Juan de Flandes en 1498 titulada el Bautismo de Cristo.
  • Un lienzo del Nacimiento de Cristo del pintor Diego Correa de Vivar (conocido como Juan Correa) en estilo renacentista.
  • Una tabla de Francisco de Goya de 1812 titulada Confesión en la cárcel.

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En cuanto a la escultura, destaca:

  • El grupo escultórico del Calvario, obra del siglo XV de Egas Cueman, adscrito a la escuela flamenca.
  • Cristo crucificado en marfil atribuido a Miguel Ángel  
  • Imagen recogida de: httpsupload.wikimedia.orgwikipediacommonsthumb885Cristo_crucificado_de_la_expiraci%C3%B3n_%28Monasterio_de_Guadalupe%29.jpg450px-Cristo_crucificado_de_la_expira

  • Virgen sedente en alabastro de Egas Cueman.

  • Virgen filipina en marfil del siglo XVII.

Cruzando por la recepción de la Hospedería,llegamos al claustro gótico también conocido como Claustro de la botica.

En nuestro caso por mi movilidad reducida tuvimos que acceder al monasterio por la calle Su Majestad Juan Carlos I, ruta habilitada para personas en sillas de ruedas. 

Levantado entre 1519 y 1533 durante el priorato de fray Juan de Siruela, que documentó el “Libro y registro de la bodega del Monasterio de Guadalupe.”  Esta obra manuscrita se considera el primer tratado vitivinícola escrito en España datado en 1520, El tratado de Fray Juan Luis de Siruela, dos veces prior del Monasterio, está escrito en tela y conservado en la Biblioteca Nacional, y desarrolla en 40 capítulos y con distinguida exactitud la producción, conservación y administración de los vinos. Por entonces, se extendió entre la localidad entera el refrán "mejor que conde o duque, es ser fraile en Guadalupe".

Proyectado por Egas Cueman Alonso de CovarrubiasTiene planta rectangular con y está formado por tres pisos, cada uno de ellos de un orden de arcos; destaca la arquería del primer piso formado por arcos con decoración calada y antepechos de piedra. La arquería se desarrolla en tres de sus lados ya que el cuarto está ocupado por un muro de construcción moderna ya que aunque en el proyecto original el cuarto lado era la enfermería de 1502 que estaba integrada en el claustro.

En el centro del atrio un pequeño pozo obra de Juan Torrollo, bajo el un aljibe, procedente del canal de arca del agua de Guadalupe acueducto en funcionamiento más antiguo de la península desde siglo XIV, un referente en la medicina y la cirugía europea.

El diseño del claustro es obra de Antón Egas, Alonso de Covarrubias y Juan Torrollo. La salas que lo circundan hoy Hospedería eran originalmente enfermería, farmacia y botica.



Aquí se realizó la primera autopsia del mundo occidental gracias al permiso del Papa Eugenio IV, lo que atrajo a importantes estudiosos de la medicina de toda Europa.

Fue, durante bastantes años, el único lugar donde se practicaba la cirugía.

Como dato curioso.Un joven Fleming, arribó hasta la villa extremeña para realizar sus prácticas como doctor, aquí tuvo el primer contacto con el penicilium notatum.

El Hospital de Hombres de Guadalupe se convirtió en un conocido laboratorio donde ya, en la Edad Media, se utilizaba el penicilium notatum para curar infecciones de algunas heridas.

En Guadalupe tomo contacto con su gran descubrimiento y por el que se le otorgaría el Premio Nobel de Medicina, "la Penicilina".

 



En el primer piso hallamos arcos de medio punto sobre pilares poligonales, en el intermedio se disponen arcos apuntados que cobijan otros dos de medio punto sobre montados por una sencilla tracería, y en el superior tenemos arquerías de arcos rebajados a modo de logia. A diferencia del claustro reglar, éste se encuentra realizado en mampostería y sillarejo.
También conocido como Claustro de la Botica y Claustro de la Enfermería. En el año 1519 se amplió y reformó la importante farmacia del monasterio. Actualmente Hospedería del Real Monasterio fue construida en el siglo XV por los Reyes Católicos para su alojamiento. Hoy en día se ha convertido en un hotel de 2 estrellas del monasterio. Los acontecimientos de su historia y la atrocidad de la francesada, llevaron a la destrucción la hospedería real de 
Juan Guas (h 1486).

La hospedería abierta al público, ocupa parte del claustro gótico del monasterio y el antiguo Pabellón de la Enfermería Nueva. Dispone de torreones cilíndricos rematados por chapitel cubierto por bellas tejas policromas de cerámica vidriada. En el encontramos el actual comedor, obra del arquitecto Rafael Moneo. 

En la esquina de esta panda del claustro podemos observar una artística puerta con alusión a su carácter a su pasado curativo, con alusión los santos  Cosme y  Damián patrones entre otros de estos menesteres.

En el interior del santuario se aprecia el Maguen de David en la portada mudéjar de la antigua farmacia, situada en el ala norte del claustro gótico, así como varias estrellas en la puerta principal de acceso al templo.

En su época monacal la antigua hospedería junto con la farmacia y el hospital (uno para hombres y otro para mujeres) cumplían papel de acogida. Los monjes tenían la obligación de dar cobijo a todos aquellos peregrinos que camino de los santos lugares cayesen enfermos y debían proporcionarles los medios necesarios para proseguir su viaje. Si moría en el convento debían darle cristiana sepultura.

Remata el edificio unas bellas ventanas mudéjares.


Historia de Fe y Cultura manifestadas en su majestuosa biblioteca y librería y capillas musicales, en su Scriptorium o Escribanía de libros miniados o “iluminados”, en sus talleres de bordados, de orfebrería, en sus reales hospitales, farmacia y en todo sus obras artísticas.

En Extremadura hay una gran devoción por la Virgen de Guadalupe. Muchas oraciones se rezan para pedir sus favores y hay canciones que cantan en su honor los niños desde pequeños incluso las niñas saltan a la comba cantando: “Virgen de Guadalupe dame la mano, para subir la cuesta de Puerto llano” o “Morenita la quiero desde que supe, que morena es la Virgen de Guadalupe.” Los cánticos se exportaron a Galicia. Todo el mundo conoce lo de A Virxen de Guadalupe cando veu para Rianxo, o barquiño que a trouxo era de pau de laranxo...

Antiguos Códices sitúan su origen en el siglo XII. La imagen de la Virgen que allí se venera fue tallada en madera de cedro del Líbano y su cara morena y la del niño se incluyen en el catálogo de la Vírgenes Negras de la Europa Occidental.


INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Monasterio_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_Guadalupe

https://monasterioguadalupe.com/arte-cultura/esculturas/

https://monasterioguadalupe.com/monasterio/historia-del-monasterio/

https://www.hoy.es/caceres/misterio-cuerpo-incorrupto-don-gil-cordero-20230611074439-ga.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.hoy.es%2Fcaceres%2Fmisterio-cuerpo-incorrupto-don-gil-cordero-20230611074439-ga.html#firstImage

http://apostoladomariano.com/pdf/597.pdf

http://www.jdiezarnal.com/monasteriodeguadalupe.html

https://www.mapaymochila.es/2020/11/24/monasterio-de-guadalupe/

https://hiddenarchitecture-net.translate.goog/monasterio-de-guadalupe/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=wapp

https://www.arteguias.com/monasterio/guadalupe.htm

https://visitarextremadura.blogspot.com/2014/06/monasterio-guadalupe.html

https://www.muyinteresante.com/historia/64398.html

https://oa.upm.es/10225/1/Monasterio_Guadalupe.pdf

https://www.hoy.es/caceres/secreto-momia-escondida-guadalupe-20210117083625-ga.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

El arte en España. Guadalupe.

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2 comentarios:

  1. Un precioso y gran reportaje. Lo conozco bien, queda lejos de donde vivo pero he estado bastantes veces. Gracias por el reportaje precioso de mí tierra. Besos.

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  2. Teresa, me satisface que te haya gustado, tiene un hechizo especial, por algo es Patrimonio de la Humanidad. Un saludo.

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